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¿Tiene una nueva compañía felina en su familia? ¡Felicitaciones! ¡La compañía de un gato causa mucha alegría! Querrás que tu gato también se sienta alegre como tú, así que habrá que cuidarlo de la mejor manera. Así que queremos ayudarte dándote a continuación los mejores consejos sobre cómo cuidar a un gato.
Los gatos precisan comer un pienso y alimentos húmedos específicos que cubran las necesidades nutricionales de su especie. Por ello, entre otras características, estos alimentos deben poseer un alto contenido en proteínas. Los felinos son carnívoros estrictos y su alimento debe estar compuesto, sobre todo, por carne y contener taurina, un aminoácido importante para el funcionamiento de su metabolismo.
Invierte en pienso y alimentos húmedos de buena calidad o alta gama. Así evitarás a la larga problemas de salud, como los relativos a su funcionamiento renal o la formación de cristales en la orina.
Para aumentar la ingestión de líquidos, algunos expertos recomiendan suministrar a los gatos alimento húmedo al menos una vez por semana.
Su veterinario podrá evaluar a su nuevo gato o gatito y determinar la mejor dieta. Factores como la edad, el nivel de actividad, la salud o que haya sido esterilizado marcan la diferencia en qué y cuánto debe comer un gato.
Un gato que come sobras de la comida de sus dueños puede padecer obstrucción intestinal, vómitos y diarreas.
Beber agua es fundamental para cualquier felino, sobre todo, cuando su alimentación está basada en el consumo de pienso seco. El gato necesitará un abundante suministro de agua fresca y limpia siempre a su disposición. Para ello, se recomienda disponer de varios bebederos por la casa, evitando colocarlos junto a la comida, o si es así, evitando que sea este la única fuente disponible. Además, habrá que lavar y volver a llenar los tazones de agua de su gato a diario. Beber abundante agua le ayudará al gato a prevenir problemas urinarios.
Al gato le encanta que el agua rebose en su plato y que sea corriente. Para satisfacer este peculiar gusto a la hora de beber, en el mercado existen pequeñas fuentes con un circuito que hace fluir el agua.
La leche de vaca está totalmente contraindicada para los gatos. No sirve como sustituto del agua y, además, podría provocar diarrea al gato.
A cachorros huérfanos que aún están en periodo de lactancia hay que ofrecerles una leche especialmente pensada para ellos, y alimentarles según las pautas que recomiende el veterinario.
Durante sus sesiones de acicalado, el gato llega a ingerir pelo que puede formar bolas en su estómago causando que merme su apetito, pero los suplementos alimenticios a base de pasta de malta ayudan a evitar estas bolas de pelo. En el mercado también se puede encontrar piensos especialmente formulados para disminuir la formación de estas bolas.
El volumen de comida dependerá de factores como el tamaño, metabolismo y/o estilo de vida de cada gato, pero la cantidad diaria debería oscilar entre los 30 y 40 gramos para un gato de dos kilos de peso hasta los 85 gramos para un gato adulto de unos 6 o 7 kilos. Esta cantidad deberá repartirse entre todas las tomas que el minino haga al día.
Hay que acostumbrar a los gatos a consumir exclusivamente su alimento, evitando suministrarles de forma continuada regalitos como las golosinas o porciones de nuestra comida que desequilibran su dieta y pueden conducir a la obesidad, además del riesgo de que su gato se vuelva caprichoso con la comida.
En el caso de que, ocasionalmente, se quiera hacer un obsequio al gato, se recomienda utilizar los premios especialmente formulados que se encuentran a la venta en clínicas veterinarias o tiendas especializadas.
Debe ser en un lugar seco y seguro como por ejemplo un recipiente hermético. Si hay varios gatos en casa es importante proporcionar un comedero a cada uno de ellos.
Los gatos dedican una buena parte de su tiempo a acicalarse, por lo que no serán necesarios los baños o limpiezas por nuestra parte, salvo que esté excepcionalmente sucio, pero debes cepillar o peinar a tu gato con regularidad. Si su gato es de pelo corto, cepíllele una o dos veces por semana, o diariamente durante la época de cambio de pelo. Si es de pelo largo, este cuidado deberá mantenerse de forma continua durante todo el año. El cepillado frecuente ayuda a mantener limpio el pelaje de su gato, reduce la cantidad de muda y reduce la incidencia de bolas de pelo.
Al cepillar a su gato, use un peine de metal o un cepillo de goma específicos para gatos.
En caso de que haya que bañar al gato porque está excepcionalmente sucio, es importante usar un champú especial para gatos; no uses uno para personas pues el pH es diferente y además se puede intoxicar al lamerse después del baño.
Los gatos con acceso a un rascador u otro objeto donde limen sus uñas, suelen recortar sus uñas de forma natural, pero si no cuenta con un objeto de estos hay que recortarle las uñas cada tres o cuatro semanas con un cortaúñas diseñado para gatos.
Recortar las uñas ayuda a prevenir roturas, infecciones y una marcha irregular debido a que sus uñas son demasiado largas.
Haz que el gatito se acostumbre a que le cepilles los dientes. Para cepillar los dientes de tu gato, necesitas un cepillo dental de cerdas suaves y una pasta dental veterinaria. Nunca uses una pasta dental para humanos, ya que demasiado flúor puede causarle malestar estomacal al gato o serle tóxico.
Al inicio, no trates de cepillarle toda la boca. Si tu gato solo permite que le cepilles la parte exterior de sus dientes superiores, eso es mejor que nada. Aun así estarás limpiando la parte más importante para prevenir enfermedades de los dientes.
La cantidad de tiempo que pasan durmiendo los gatos depende de la edad y la personalidad; como un promedio duermen de 13 a 16 horas cada día. Es una actividad que realizan en diferentes partes de la casa, gustándoles lo cálido, acogedor y seguro. Pero, el mejor lugar para que duerma, es una camita que sea suya, en la cual pueda descansar siempre que quiera. Cubra la cama de su gato con una manta o toalla suave y cálida. Asegúrese de lavar la ropa de cama con frecuencia.
Si acostumbras al gato desde pequeño a no dormir en tu cama y, en cambio, lo equipas con una confortable camita, le será más fácil acostumbrarse.
Ciertamente, no es perjudicial para el gato y puede tener grandes beneficios para tu salud. Los gatos proporcionan una fuente natural de calor, reducen el estrés y brindan una sensación de seguridad. Los estudios han demostrado que las personas suelen tener un sueño más profundo y reparador cuando duermen con sus gatos.
Si tienes alergia a los gatos, eres asmático o si sus actividades crepusculares interrumpen tu sueño. Además, si su gato tiene algo contagioso, como pulgas o tiña, usted podría verse afectado.
No uses las manos o los pies para jugar con tu gato, ya que él los ve como una amenaza y podría lastimarte. Mejor ofrécele juguetes; los puedes comprar o puedes utilizar cualquier cosa que tengas a disposición. Por ejemplo, una pelota hecha de papel, un trozo de cuerda, etc.
Los juguetes de pequeño tamaño, como los ratones o las pelotas, son ideales porque estimulan en gran medida su instinto de caza. También están los peluches, que si son de gran tamaño, el gato puede abrazar y morder como si de una presa se tratara. Las cañas para gatos también son una muy buena idea. Jugando con las cañas el felino se ejercita y se mantiene en forma. No le arroje el juguete a las patas; mejor tíralo lejos para que pueda buscarlo.
Recurrir a la violencia como los castigos físicos o gritos para educar a un gato nunca es buena idea, sobre todo si es joven o cachorro. De hacerlo, únicamente conseguirás que el gato te tenga miedo y trate de defenderse con gruñidos y arañazos. Lo que se debe hacer es ser muy pacientes y mostrarle cariñosamente como debe hacer sus cosas, y cada vez que las haga correctamente premiarle con un mimo, una palabra amable, un juguete o una golosina para gatos.
No lo persigas por toda la casa, no le arrincones ni le obligues a que se esconda debajo de la cama o de la mesa. Estas situaciones son para él, estresantes o amenazadoras y harán que te tenga miedo y que no confíe en ti. Lo mejor es esperar a que se acerque a ti para mimarlo.
Los gatos pueden ser bastante celosos de su propio cuerpo y espacio. Por ello, como primera medida no les toques cuando están durmiendo. Tampoco les agarres o tires de la cola. Y por nada del mundo les acaricies en la panza si no te lo permiten. Los acercamientos han de ser delicados y tranquilos. Nada de movimientos bruscos que les alteren. Prueba primero a tocarles en la frente o alrededor de las orejas y, si te lo permite, baja a la barbilla y cuello o a la espalda alta.
Los gatos detestan que los miren fijamente durante mucho tiempo; interpretan la mirada fija como una amenaza o un desafío, de forma que si miramos de esa forma a un gato, solo conseguiremos que se sienta asustado, incómodo o es posible que te lance un zarpazo. En casos como estos, lo mejor es retirar la mirada lo más pronto posible y con mucha sutileza.
Cuando observes que tu gato se encuentra sumido en un plácido sueño, no lo molestes. Para los gatos las largas horas de descanso son muy necesarias y si lo despiertas podrías causarle estrés.
Cuando hacen sus necesidades los felinos tienden a sentirse indefensos y es muy fácil que se asusten ante cualquier movimiento o ruido que perciban. Así que si el gato es molestado con frecuencia mientras está en la caja de arena, es muy posible que deje de utilizarla y busque otro lugar de la casa para estar tranquilo durante ese momento.
Los gatos usan la cola para comunicarse y mantener el equilibrio y es extremadamente delicada. Así que por muy gracioso que te resulte, jamás debes tirar de la cola de tu gato. Eso le resulta muy molesto y además podrías lastimarlo.
Los gatos son curiosos y saltarán sobre los mostradores u otros lugares a los que no quieres que se acerquen. Con un chorro de agua de un rociador en el momento oportuno o incluso un severo “no”, puedes corregir este comportamiento. También puedes usar una lata de gaseosa con unas canicas adentro y sellada con cinta. Arrójala suavemente cerca del gato para asustarlo con el ruido y así lograr que se aleje de las superficies prohibidas. NO arrojes la lata directamente al gato, esto podría lastimarlo.
Para alzar a su gato, coloque una mano detrás de las patas delanteras y otra debajo de las patas traseras, así su cuerpo no quedará suspendido en el aire. Levántelo suavemente. Nunca levante a un gato por la nuca o por las patas delanteras. Normalmente, no le gustará eso en absoluto.
A la hora de adoptar un gato debemos tener una serie de nociones básicas sobre su lenguaje si realmente queremos llevarnos bien con él. Si por ejemplo mueve su cola en forma de látigo es una muy mala señal que indica que está enojado, así que debemos dejar de hacer eso que tanto lo incomoda.
Si su gato le gusta estar fuera de casa y quiere garantizar que no se pierda o encontrarlo fácilmente; debería usar un rastreador puesto en un collar con un sistema de seguridad que libera al gato en caso de que el collar quede atrapado en algo. También una etiqueta de identificación con los datos de contacto o un microchip implantado.
Todos los gatos de interior necesitan una caja de arena, que debe colocarse en un lugar tranquilo y accesible. En una casa de varios niveles, se recomienda una caja por piso. Evite mover la caja a menos que sea absolutamente necesario. Tenga en cuenta que los gatos no usarán una caja de arena sucia y maloliente, así que saque los desechos sólidos de la caja al menos una vez al día. Al menos una vez a la semana vacíe todo, lave con un detergente suave y vuelva a llenar; puede hacer esto con menos frecuencia si utiliza arena aglomerante. No utilice amoníaco, desodorantes o aromas, especialmente limón, al limpiar la caja de arena. Si su gato no usa la caja de arena, consulte con su veterinario.
Los gatos necesitan rascarse, ya que haciéndolo se desahogan, liman las uñas, arañan y se ejercitan; pero si no tienen su propio juguete rascador van a arañar los elementos de la casa como los muebles, puertas, marcos y sofás. En el mercado existen gran variedad de rascadores como por ejemplo tipo planos hechos de cartón, tipo poste con cuerda de sisal, tipo casa, árboles rascadores, etc.
Su gato debe ser evaluado por el veterinario al menos una vez al año o llevarlo inmediatamente si está enfermo o herido.
Ten en cuenta que los gatos que no se encuentran bien, evitan el contacto con los humanos e incluso se muestran agresivos. Debemos estar atentos, ya que los gatos saben esconder muy bien sus males.
Mantén a tu minino con las vacunas al día. Recuerda que la primera vacuna debe ser aplicada a las 8 semanas de nacido contra el virus de la leucemia, pero debes consultar con el veterinario todo el esquema de vacunación.
Desparasita tu gato interna y externamente, mínimo 2 veces al año. Sin importar que tu gato sea casero, este procedimiento es importante para prevenir alergias en la piel y problemas a nivel gástrico.
Nunca le dé a su gato medicamentos que no hayan sido recetados por un veterinario. Si sospecha que su animal ha ingerido una sustancia venenosa, llame a su veterinario.
No es lo mismo castrar que esterilizar. Ambas opciones tienen como objetivo evitar que tu mascota tenga una camada no deseada, y así reducir el riesgo de abandono y de que se desarrollen tumores e infecciones.
En un macho la castración consiste en una cirugía en la que se extraen los testículos, pero conserva la bolsa escrotal. La esterilización no es tan invasiva, y en ella se seccionan los conductos que unen los testículos con el pene, llamados seminíferos.
En las hembras, se pueden realizar dos tipos de castración, la ovariectomía o la ovariohisterectomía. En la primera se extraen ambos ovarios de la hembra, y en la segunda, además de los ovarios, se extrae también el útero. La esterilización de la hembra también es menos invasiva, y consiste en la ligadura de las trompas de Falopio.
Haz que esterilicen o castren a tu gato; hacerlo tiene muchos beneficios. Esto reducirá los comportamientos indeseados como deambular o rociar orina, y lo protege de embarazos no deseados y de enfermedades como la piometra.
Pídele al veterinario que te sugiera cuándo castrar o esterilizar a los gatitos. En general, los veterinarios recomiendan hacerlo entre los 2 y los 6 meses de edad.
Los gatos al aire libre corren el riesgo de sufrir traumas causados por vehículos, peleas con otros gatos o perros vagabundos. Incluso tienen muchas probabilidades de infectarse con pulgas o garrapatas, así como de contraer enfermedades infecciosas.
Es importante que estén los cables ocultos o bien fijados a la pared, ya que si los llegaran a mordisquear, podría ser fatal.
Guarda en un lugar de difícil acceso las bolsas, puesto que potencian el peligro de asfixia en el gato.
Es muy importante guardarlos en un espacio seguro y de difícil acceso para el gato. Así evitas que los ingiera y se intoxique.
Hay que tener siempre las puertas cerradas de la lavadora, nevera, microondas, y de cualquier otro electrodoméstico que tengamos en casa. Ya que los gatos son muy curiosos y podrían hacerse daño o quedar atrapados.
Así evitarás que el gato pueda caer dentro.
Si vives en un piso en planta alta puedes colocar mallas en las ventanas para evitar que el gato pueda saltar al vacío. También debes proteger especialmente las zonas de patio, balcón y terraza.
Hemos visto cómo cuidar a un gato teniendo en cuenta: alimentación, aseo, dormitorio, llevarse bien con el gato, identificación, caja de arena, rascarse, salud, esterilización y castración, seguridad y listado de implementos para el gato. Aplica las recomendaciones de cada uno de estos temas y así harás muy feliz a tu gato.